El ABC sobre la protección ocular

En esta entrada del blog, pretendemos dar a conocer de forma muy resumida, lo esencial de los riesgos que pueden afectar a esta parte del cuerpo, así como proporcionar elementos básicos en la selección de los EPI destinados a proteger la cara y los ojos de los trabajadores.

Ninguno de nuestros sentidos es prescindible, pero el de la vista es uno de los que más dependemos para relacionarnos con el medio. 

Si además tenemos en cuenta que las lesiones que afectan a los ojos y la cara suelen suponer alrededor del 4% del total de los accidentes registrados en jornada laboral, la necesidad de proteger los ojos y rostro de los trabajadores estará presente en gran número de ocasiones. 

Para la protección de los trabajadores mediante el uso de EPI, además de necesitar que los equipos respondan a los requisitos de salud y seguridad del Reglamento (UE) 2016/425, es absolutamente fundamental que el proceso de selección sea el adecuado y que su uso se haga siguiendo las indicaciones del fabricante. 

Por ello, en esta entrada del blog, pretendemos dar a conocer de forma muy resumida, lo esencial de los riesgos que pueden afectar a esta parte del cuerpo, así como proporcionar elementos básicos en la selección de los EPI destinados a proteger la cara y los ojos de los trabajadores.

¿Qué riesgos suponen una amenaza para la cara y los ojos?

Los riesgos que pueden causar lesiones en cara y ojos se agrupan en tres categorías: riesgos mecánicos, químicos y radiaciones. En la Tabla 1 vemos algunos ejemplos de estos riesgos. En el proceso de selección del EPI necesario para cada situación, no debemos olvidar que en una misma situación es habitual que exista más de un riesgo a la vez.  

¿De qué tipos de protectores oculares y faciales dispongo para protegerme?

Disponemos de varios tipos de protectores oculares y faciales dependiendo de su diseño. Como veremos más adelante, el diseño del protector ocular condiciona en muchos casos el tipo de protección que puede brindarnos.

Según el diseño nos encontramos con tres tipos de protectores oculares: gafas de montura universal, gafas de montura integral y pantallas. 

  1. Gafas de montura universal. Se trata de un tipo de protector que se asemeja en diseño a las que usamos en nuestro ámbito cotidiano. Pueden tener dos oculares, o constar de un ocular de una pieza única. No encierran herméticamente la zona de los ojos, y se utilizan habitualmente para la protección contra radiaciones ópticas o impactos de partículas a alta velocidad.

  2. Gafas de montura integral. Encierran totalmente la cavidad ocular y los alrededores. Al presentar este cerramiento, son los únicos protectores oculares aptos para la protección contra gotas de líquidos, gases y polvos. Podemos encontrarlas en su variante de ocular único; o como gafas de tipo cazoleta, donde tenemos dos oculares acoplados en monturas opacas tipo cazoleta. 

  3. Pantallas faciales.  El visor de pantalla plana o curvada que protege el rostro. Existen visores de malla. Son el único tipo de protección que podemos usar frente a las partículas a gran velocidad y alta energía, o frente a la soldadura por arco.

Por otro lado, la normativa define requisitos para los protectores oculares según la finalidad o tipo de riesgo frente al cual ofrecerá protección. Cada función protectora suele llevar asociada un símbolo específico que se marcará en la montura o en el ocular, según corresponda. 

En la Tabla 2 se muestra una relación de los diferentes campos de uso y la(s) norma(s) EN aplicables para cada campo. También se indican los símbolos de marcado que representan los campos de uso y las características adicionales correspondientes.

Los protectores que incorporan algún tipo de efecto filtrante contra la radiación no ionizante no llevan campo de uso, pero incorporan sobre el ocular un código identificativo, tal y como indica en la siguiente lista:

  1. Radiación solar. Los protectores que incorporan oculares con efecto filtrante frente a la radiación solar llevarán marcado el ocular el código 5 o 6 (para filtros sin protección y con protección en el infrarrojo respectivamente), seguidos del código de la escala de protección correspondiente.

  2. Radiación IR/calor radiante. Los protectores que incorporan oculares con efecto filtrante frente a la radiación solar llevarán marcado el ocular el código 4 o 4C (para filtros sin reconocimiento mejorado del color y con reconocimiento mejorado del color respectivamente), seguidos del código del grado de protección correspondiente.

  3. Radiación UV. Los protectores equipados con filtros para la radiación ultravioleta solar llevarán marcado el ocular el código 2 o 2C (para filtros sin reconocimiento mejorado del color y con reconocimiento mejorado del color respectivamente), seguidos del código del grado de protección correspondiente. 

  4. Radiación de soldadura. No existe un código específico como en el caso de los otros filtros. Sin embargo, en el ocular deberá aparecer el código del grado de oscurecimiento, que puede ir desde el 1 al 15, dependiendo del proceso de soldadura al que nos expongamos

  5. Radiación Láser. Al igual que en el caso anterior, no hay un código de marcado específico, pero en el ocular o en la montura se indicará la longitud de onda para las que el filtro proporciona protección, las condiciones de ensayo y la clase de protección correspondiente.

Casi todos los tipos de riesgos llevan asociados una norma específica, si se desea ampliar información acerca de la normativa asociada, puedes consultarla a través de nuestra web.

¿Qué aspectos debo tener en cuenta durante el uso?

Como ya indicábamos en apartados anteriores, existen limitaciones en cuanto a los diseños del en función de cada tipo de riesgo asociado. A la hora de seleccionar el diseño del protector ocular o facial, deberemos tener en cuenta lo siguiente: 

  1. Impactos de partículas. Sólo podremos usar la montura universal únicamente para protegernos frente a impactos de partículas a alta velocidad y baja energía. La montura integral se limita a impactos baja y media energía, y finalmente para impactos a alta energía, deberemos usar sólo pantallas faciales. 

  2. Salpicaduras y gotas de líquidos. Las salpicaduras de líquidos requieren protección facial y sólo se usarán pantallas faciales. Las gotas de líquidos requieren hermeticidad de las cavidades oculares y por tanto únicamente son aptas las gafas de montura integral. 

  3. Partículas de polvo (gruesas y finas) y gases. Para este tipo de riesgo se selecciona una montura integral. 

  4. Arco eléctrico de cortocircuito. Al requerir protección de la cara, únicamente se recomienda una pantalla de protección. 

  5. Metal fundido. Se considera un riesgo muy severo y únicamente se admiten gafas de montura integral y pantallas faciales. La montura integral únicamente se escogerá si se valora que no existe peligro de daño facial. 

  6. Soldadura. La montura universal o integral no proporciona protección contra la escoria de soldadura y/o la radiación de la soldadura por arco eléctrico que puede quemar la cara. Las gafas de montura universal no protegen frente a la radiación indirecta, por ello las gafas de montura universal para la soldadura se eligen sólo para operaciones de corte, soldadura de latón o para aquellas personas que no están directamente implicadas en el trabajo de soldadura o que visitan zonas de soldadura. 

Las pantallas de soldador proporcionan protección facial y pueden venir acopladas con petos y faldellines para la protección del cuello. 

  1. Láser. Son básicamente gafas de montura universal con un diseño que proporciona alto grado de cobertura a los ojos. También hay modelos de montura integral y pantalla facial. 

En la Tabla 3 presentamos de forma resumida y esquemática las limitaciones de uso, según diseño, de los distintos tipos de protector ocular y facial.

Por otro lado, debemos tener presente que, a menudo un trabajador debe hacer uso de forma simultánea de más de un EPI. 

Todo EPI debe ajustarse a la morfología del usuario para ofrecer una protección adecuada a todas las partes del cuerpo que deben ser protegidas, pero en determinados EPI, la efectividad protectora depende en mayor proporción de un perfecto ajuste a la fisionomía del usuario. 

En el caso de la protección ocular, protección auditiva y la protección respiratoria, este tipo de equipos deben usarse conjuntamente mucho más frecuentemente.

Los protectores oculares, pueden interferir simultáneamente con la capacidad que tienen los equipos de protección auditiva y los EPR de ajustarse al rostro del usuario. Así, los sistemas de adaptación y ajuste de los protectores oculares y faciales pueden interferir con un correcto ajuste de las almohadillas de las orejeras de protección, propiciando así que la atenuación sonora que ejerce el protector merme sensiblemente. 

Del mismo modo, determinados diseños de gafas pueden reducir el ajuste que el adaptador facial debe de ejercer sobre la zona de la nariz y pómulos, con la posible penetración de aire de la atmósfera exterior al interior del adaptador facial. Esta interacción entre equipos que deben usarse simultáneamente añadirá un grado de dificultad adicional al proceso de selección y uso. 

Por ello, la asistencia que pueda prestarnos un proveedor especializado en EPI en el proceso de selección puede resultar de gran ayuda, tanto en este aspecto, como en la forma correcta de utilización de los EPI.