EPI: cómo mantenerse protegido cuidando la inversión

Luis del Corral, presidente de ASEPAL

Hay que consumir mejor, no más. Precisamente porque no hay bien más preciado – y más costoso si no se conserva – que la salud, debemos, en la situación actual, hacer hincapié en el consumo responsable de los Equipos de Protección Individual (EPI).

Los fabricantes de EPI asociados a ASEPAL cumplen con su cometido: fabricar los mejores equipos, certificados y al coste más ajustado para una protección garantizada. Y aún hay más, junto con los distribuidores ofrecen el asesoramiento técnico que sólo pueden proporcionar los expertos, para que se haga el uso adecuado, adaptado ...

Luis del Corral, presidente de ASEPAL

Hay que consumir mejor, no más. Precisamente porque no hay bien más preciado – y más costoso si no se conserva – que la salud, debemos, en la situación actual, hacer hincapié en el consumo responsable de los Equipos de Protección Individual (EPI).

Los fabricantes de EPI asociados a ASEPAL cumplen con su cometido: fabricar los mejores equipos, certificados y al coste más ajustado para una protección garantizada. Y aún hay más, junto con los distribuidores ofrecen el asesoramiento técnico que sólo pueden proporcionar los expertos, para que se haga el uso adecuado, adaptado al riesgo a cubrir, con la formación precisa, y que losequipos se aprovechen al máximo, hasta donde no se comprometa nunca la seguridad y la salud.

Hoy más que nunca tenemos que tener presente el concepto de seguridad como inversión. Un equipo no es barato o caro por su coste, es rentable por su utilización. Por ello, hay ocasiones en las que se debe considerar con mucho interés invertir un 4-5% más en un equipo, porque a la larga recuperaremos con el uso de un equipo de calidad mucho más que esa cantidad, y cuidando mejor la seguridad y la salud del usuario. En definitiva, se trata más de establecer un ratio entre coste y número de veces que se utiliza el equipo. El coste “por puesta” puede indicarnos claramente cuál es el equipo más eficiente desde el punto de vista económico.

Como sector responsable, las 75 empresas que forman ASEPAL, sugieren tomar también medidas que en épocas de bonanza no se tienen en cuenta y que podrían suponer un ahorro adicional, sin merma de la seguridad y la protección. Algunos ejemplos sencillos pueden ser el análisis de las prendas por los expertos para definir su situación de desgaste; recurrir a un mantenimiento profesional del vestuario y guantes, con desinfección si se precisa; cambiar elementos de algunos equipos de protección, como los cristales de las gafas; revisar los equipos anticaídas por los expertos (cosa que ya se hace habitualmente)…

Junto con estas mejoras de inversión, seguramente estamos añadiendo otras economías, como la medioambiental derivada de menor necesidad de combustible para distribución; la no contaminación de otras prendas si se encarga de su limpieza un profesional que, además, hará un uso comedido de los productos de limpieza…

En definitiva, no hay mayor inteligencia que la de adaptarse a los tiempos y hacer un uso razonable de lo que tenemos a nuestro alcance.