Una de las mayores preocupaciones en todas las sociedades es la de que sus integrantes reciban lo que comúnmente se denomina una “buena educación”. El concepto de buena educación es tan variado como personas hay en el mundo. Desafortunadamente, dentro de este concepto, casi nunca encontraríamos una mención a la importancia de integrar la seguridad y salud en el trabajo en los planes de estudio de la educación general y la formación profesional.
El pasado día 7 de abril, la Organización Mundial de la Salud celebró su día Mundial de la Salud, bajo el lema Salud para todos.
Dado que gran parte de la población mundial pasará una parte importante de sus vidas en el trabajo, la formación y educación acerca de una buena salud y la seguridad en el trabajo son de suma importancia para las personas de todas las edades y profesiones. Ya sea un estudiante que acaba de comenzar su currículo educativo o un empleado, es esencial tener la capacitación y el conocimiento adecuados sobre las prácticas de seguridad y salud ocupacional. Su vida y bienestar dependen de ello.
En este blog, discutiremos por qué es crucial aprender sobre seguridad y salud en el trabajo en todas las etapas de aprendizaje, centrándonos en el uso correcto de los EPI (Equipos de Protección Individual).
La importancia de la formación en seguridad y salud en el trabajo
La formación en seguridad y salud en el trabajo es crucial para las personas de todas las edades y profesiones. Proporciona a las personas con el conocimiento y las habilidades necesarias para identificar y mitigar los riesgos potenciales para la salud y la seguridad en el lugar de trabajo. Además, ayuda a las personas a comprender y cumplir con los requisitos y reglamentos de seguridad, lo que garantiza un entorno de trabajo seguro y saludable.
La seguridad ocupacional es una preocupación importante en varias industrias. Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 2,78 millones de personas mueren cada año debido a accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo. Los accidentes y lesiones no fatales en el lugar de trabajo se han vuelto muy frecuentes, lo que lleva a una pérdida de productividad, días de trabajo e incontables cargas físicas, emocionales y financieras para los trabajadores y sus familias.
Una buena formación en salud y seguridad en el trabajo puede traducirse en una mejora sustancial en la calidad de vida de las personas trabajadoras. Si conseguir una base de conocimientos básicos relativos a la salud y la seguridad en el trabajo es complejo, el conocimiento específico que permita poder hacer una selección y un uso adecuado de un Equipo de Protección Individual (EPI) es aún más complejo dada la especialización requerida.
Aunque el EPI es el último recurso preventivo al que recurrir, existen multitud de situaciones en las que no cabe otra opción y la salud de las personas expuestas a los diversos riesgos presentes en su entorno depende de una adecuada selección del equipo de protección.
Incidencia de accidentes y lesiones entre jóvenes
Según la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OHSA), los trabajadores jóvenes de edades comprendidas entre los 18 y los 24 años son más proclives a sufrir accidentes de trabajo graves que otros adultos de mayor edad. Pueden estar expuestos a condiciones de trabajo deficientes que lleven al desarrollo de enfermedades profesionales mientras son todavía jóvenes o en un momento posterior de sus vidas.
Como factores de riesgo para los jóvenes, la EU-OHSA identifica los siguientes: carecer de cualificaciones y formación, desconocer las obligaciones del empresario, así como sus propios derechos, carecer de confianza para expresarse cuando surge un problema y los empresarios no reconocen la protección adicional que necesitan los trabajadores jóvenes.
Además, la incidencia de los accidentes con baja en el trayecto de ida y vuelta al trabajo es superior entre los trabajadores de menor edad en comparación con la incidencia registrada para el total de la población trabajadora. Las mayores incidencias se registran entre los trabajadores de 16 a 19 años y entre los de 20 a 24 años.
La importancia de los EPI
Los EPI son equipos diseñados para proteger la salud y la seguridad de los trabajadores de diversos riesgos y peligros presentes en el lugar de trabajo.
Desde ASEPAL siempre hemos intentado transmitir que, una vez aplicadas el resto de medidas preventivas, lo único que se interpone entre tú y el desastre, será el casco, la mascarilla, el guante,…,el equipo de protección que hayas seleccionado.
Este concepto se ha puesto de manifiesto, y ha adquirido sentido para toda la población en un contexto pandémico como el que superamos hace sólo unos pocos meses, donde todos hemos adquirido conciencia de que, al otro lado de la mascarilla, al otro lado del guante, o del buzo de protección, está el agente responsable de millones de muertes en todo el mundo.
Para que una persona quede perfectamente protegida mediante un EPI, no basta con ir a la tienda y ponerse el primero que te toque.
Para que una persona quede protegida por un EPI deben cumplirse tres condiciones que dependen la una de la otra:
- el EPI debe ser seguro,
- el EPI debe estar bien seleccionado, y
- el EPI debe estar bien utilizado.
Un fallo en cualquiera de estos tres campos, estos tres desafíos a los que se enfrenta cualquier persona involucrada en la selección y uso de un EPI, conduce casi siempre, al desastre, el cual se materializa en forma de accidente o enfermedad profesional.
Lo que queremos poner de manifiesto en esta entrada del blog es que, los EPI no son un elemento de consumo más, los EPI son la última barrera de defensa que se interpone entre nosotros, entre nuestra piel y nuestra salud, y el riesgo que nos amenaza.
En ocasiones, el uso correcto del EPI puede parecer fácil sin serlo (como puede ser el caso de los tapones auditivos), en otras ocasiones puede ser endemoniadamente difícil, como en el caso de la correcta colocación de un arnés anticaídas, y en todos los casos nuestra seguridad depende del uso correcto del equipo.
Por ello, es fundamental que, en caso de no disponer de los medios o la experiencia con un determinado tipo de EPI en concreto, acudamos a proveedores de EPI especializados, que conozcan a la perfección el producto que suministran, ya que sólo así podrán prestarnos la ayuda necesaria en la tarea de hacer un uso correcto del EPI.
Conclusión
La capacitación en salud y seguridad ocupacional es esencial para las personas en todas las etapas de aprendizaje para garantizar que comprendan y practiquen los requisitos, reglamentos y procedimientos de seguridad en el lugar de trabajo.
El uso correcto de EPI juega un papel importante en el mantenimiento de un entorno de trabajo seguro que previene posibles accidentes y lesiones. Las personas deben comprender la importancia del EPI y aprender a elegir y usar el equipo adecuado para diferentes actividades.