Protección ocular y facial: clasificación y selección

De todos los sentidos de los que disponemos, la vista es sin duda el más importante en nuestra interacción con el medio. El ojo humano es una herramienta diseñada para capar imágenes con una gran nitidez y de distinguir cientos de colores. Los seres humanos tenemos una gran dependencia del sentido de la vista, esta es la razón básica por la que resulta fundamental su protección frente a las agresiones externas.

 

A lo largo de este artículo, intentaremos dar una visión general de cuáles son los principales agentes causales de lesiones en los ojos y en la cara, los ...

De todos los sentidos de los que disponemos, la vista es sin duda el más importante en nuestra interacción con el medio. El ojo humano es una herramienta diseñada para capar imágenes con una gran nitidez y de distinguir cientos de colores. Los seres humanos tenemos una gran dependencia del sentido de la vista, esta es la razón básica por la que resulta fundamental su protección frente a las agresiones externas.

 

A lo largo de este artículo, intentaremos dar una visión general de cuáles son los principales agentes causales de lesiones en los ojos y en la cara, los tipos y clases de protectores oculares disponibles, la normativa aplicable a cada uno de ellos, y dar unas breves orientaciones acerca del proceso a seguir para la selección y uso de este tipo de equipo de protección individual (EPI).

 

Aproximación al problema

 

Los traumas oculares (entendiendo por trauma ocular toda lesión producida en el ojo) suponen un 10% de la traumatología general en España y constituyen la tercera causa de ceguera o secuelas importantes. Los accidentes en el medio de trabajo suponen la primera causa de traumatismo ocular, representando el 23,2% del total (1).

 

En el año 2013 se registró en España un total de 16.856 accidentes con baja durante la jornada laboral que afectasen a la zona de la cara o los ojos (2). En los datos representados en  la Tabla 1, vemos un descenso en el número total de accidentes registrados, así como en el número de casos graves. No estamos en condiciones de saber si este descenso corresponde a una mejora en las condiciones de seguridad de los trabajadores o si se debe a que, debido a la coyuntura actual, el descenso de debe a una disminución en el número de trabajadores. No obstante, teniendo en cuenta que determinados estudios llevados a cabo en el año 2006 apuntaban a que el 85,4% de los traumas oculares laborales registrados procedían a trabajadores del sector de la construcción (1), y considerando el descenso que ha experimentado este sector desde entonces, los datos de 2009 no nos permiten ser muy optimistas en cuanto a la mejora de las condiciones laborales.

 

Si consideramos en conjunto los datos de siniestralidad, que el 60% de los accidentados son personas de entre 20 y 40 años (población activa y joven) (1)y la importancia que tiene el sentido de la vista en la vida cotidiana, podremos hacernos fácilmente una idea de la magnitud del problema socio-económico al que nos enfrentamos y de la importancia que tiene la implantación de programas de protección adecuados en el ámbito laboral.

 

Riesgos oculares presentes en el entorno laboral

 

Los riesgos presentes en el entorno laboral susceptibles de ocasionar lesiones oculares y faciales pueden agruparse en tres categorías: riesgos mecánicos, químicos y radiaciones. No debemos olvidar que en un mismo entorno pueden encontrarse simultáneamente más de uno de estos peligros potenciales.

 

En la Tabla 2 vemos un compendio de ejemplos de riesgos que pueden estar presentes en el medio laboral, posibles fuentes de los mismos y los efectos que pueden tener estos agentes sobre el ojo humano van desde una simple irritación a la ceguera total.

 

Clasificación de los protectores oculares ocupacionales

 

Los protectores oculares de uso profesional se clasifican atendiendo a tres criterios principales: (a) según campo de uso, (b) según diseño y (c) según las prestaciones de los oculares. 

 

A la hora de realizar la selección de un protector ocular que se ajuste a una serie de características específicas, se habrán de combinar los tres sistemas de clasificación. 

 

Clasificación según campo de uso

En la Tabla 3 se muestra una relación de los diferentes campos de uso y la(s) norma(s) EN aplicables para cada campo. También se indican los símbolo de marcado que representan los campos de uso y las características adicionales correspondientes.

 

Clasificación según diseño

 

Según el diseño nos encontramos con tres tipos de protectores oculares: gafas de montura universal, gafas de montura integral y pantallas. Como veremos, no todos los diseños son adecuados para todos los campos de uso.

 

Gafas de montura universal

 

  • Con dos oculares: Dos oculares integrados en una montura de gafa convencional. Suele incorporar protección lateral. Puede suministrarse con oculares graduados.

  • Ocular único: Ocular de una pieza, normalmente con protección suplementaria para mejillas y cejas. Suelen proporcionar protección lateral. Algunos modelos pueden llevarse sobre gafas graduadas (asegurarse de que no haya riesgo de recibir ningún posible impacto que pueda transmitirse a las gafas convencionales, rompiendo las lentes y ocasionando graves lesiones)

 

Gafas de montura integral

 

  • Tipo integral: Ocular único sobre una montura flexible. Normalmente se mantienen en su posición mediante una cinta elástica. Encierran totalmente las cavidades oculares. Con posibilidad de ventilación directa o indirecta. Si se usan oculares de soldadura, pueden proteger frente a radiaciones de soldadura. Si el tamaño lo permite, pueden llevarse sobre gafas universales graduadas. Pueden encontrarse con oculares de malla.

  • Tipo cazoleta: Dos oculares acolados en monturas opacas tipo cazoleta. No pueden ser llevados sobre gafas de montura universal. Normalmente los oculares presentan efecto filtrante para radiación de soldadura. Pueden acoplarse cubre-filtros para proteger los oculares frente a chispas de soldadura. Pueden tener oculares de malla.

 

Pantallas faciales

 

  • Pantalla facial: El visor de pantalla plana o curvada puede estar unido a un protector frontal con banda de cabeza ajustable o a un casco de protección mediante un soporte. Algunos visores presentan efecto filtrante para protección limitada frente a radiaciones ópticas. Proporciona protección al rostro total o parcial. Puede llevarse sobre gafas graduadas. Existen visores de malla.

  • Pantalla de soldador: Pueden incorporar un arnés para llevar en la cabeza o ser manuales, o estar acopladas a un casco de protección. Los armazones opacos incorporan una mirilla fija o abatible, para acoplar los filtros de soldadura. Proporcionan protección total o parcial del rostro. Pueden ser llevadas sobre gafas graduadas.

 

Clasificación según prestaciones de los oculares

 

Los protectores oculares también se clasifican en función de las prestaciones de los oculares frente a determinados riesgos.

 

  • Graduación: Los oculares pueden estar graduados o no. Las personas que requieren de corrección visual pueden usar gafas protectoras de montura universal cuyos oculares estén graduados conservando las características protectoras normalizadas.

  • Clase óptica: Ha tres clases ópticas: Clase 1, 2 y 3. La clase 1 es la mejor ópticamente ya que admite desviaciones menores. La clase 3 permite mayores desviaciones y se recomienda su uso durante cortos períodos de tiempo.

  • Efecto filtrante: El efecto filtrante de un ocular se caracteriza porl a transmitancia del ocular para las radiaciones UV, visible e IR. El grado de protección aumenta conforme disminuye la transmitancia del ocular para una radiación en particular.

  • Resistencia al deterioro superficial por partículas finas: Marcado con símbolo K en los oculares.
  • Resistencia al empañamiento: Marcado con un símbolo N en los oculares.

 

Selección y uso de los protectores oculares y faciales

 

La adecuada selección y uso de los protectores oculares son fundamentales para proporcionar los máximos niveles de protección posibles a los trabajadores.

  

A continuación daremos algunas directrices, a título orientativo, que pueden ser de utilidad a la hora de la selección y uso de los protectores oculares.

 

Conclusiones

 

Pese a que los datos de siniestralidad asociados a los ojos y a la cara de los trabajadores han registrado un importante descenso en los últimos años, el trauma ocular en el ámbito laboral continúa siendo una causa importante de daños importantes o de pérdida total de la visión para los trabajadores en España.

 

Cuando la evaluación de riesgos determine el uso necesario de protección ocular y/o facial, se debe prestar una atención especial al proceso de selección con el fin de que el EPI seleccionado sea el que mejor se adapte a la naturaleza del riesgo así como a las particularidades de la tarea a realizar. No debemos olvidar que el mejor EPI, utilizado o seleccionado de forma inadecuada es ineficaz.

 

Para conseguir una protección eficaz, además de seleccionar adecuadamente el protector ocular, debemos hacer hincapié en las actividades formativas e informativas destinadas a mejorar el conocimiento acerca del correcto uso de los EPI en los trabajadores.