Trabajar sometido al frío y a la intemperie es siempre duro para aquellos que tienen que soportar las rigurosas condiciones que se dan cuando el termómetro baja de los los 5ºC, temperatura a la que ya pueden presentarse efectos adversos sobre la salud de los trabajadores. Sin embargo, en tiempos de pandemia existe una complicación adicional para las organizaciones en las cuales sus trabajadores tienen que desempeñar sus tareas expuestos al frío y la intemperie. El hecho de que muchos síntomas del resfriado común y la COVID-19 pueden ser muy similares en algunas de sus fases de desarrollo, podría hacer que muchas empresas puedan llegar a tener a una parte significativa de su plantilla guardando cuarentenas preventivas durante una parte importante de los meses de frío.
En esta entrada del blog pretendemos dar algunas indicaciones que ayuden a seleccionar la prenda de protección contra el frío que se necesita en cada situación, evitando así los riesgos derivados de la exposición al frío.
¿Cuáles son los principales efectos de la exposición al frío?
Un trabajador que no disponga de un conjunto de prendas cuidadosamente seleccionado para ofrecerle protección contra el frío (asumiendo que el recurrir a otras medidas preventivas ya ha sido considerado previamente), estará expuesto a distintos efectos sobre su organismo, los cuales dependerán del grado de exposición del trabajador. De forma general, los efectos del frío van desde dolor hasta la hipotermia. La bibliografía nos advierte que una temperatura ambiente inferior a 5°C puede tener efectos directos sobre la salud de los trabajadores expuestos.
Además del enfriamiento, hay evidencia documentada de que el frío puede fomentar la aparición de trastornos musculo-esqueléticos (primera causa de baja laboral temporal), provocar hipersensibilidad y alergia al frío, propiciar la aparición de afecciones respiratorias (asma, bronquitis, etc.), cardiovasculares, articulares y digestivas, y un largo etcétera que culmina con la hipotermia, poniendo de manifiesto así la importancia de ofrecer una protección eficaz frente a este agente.
¿Qué grupo de trabajadores está más expuesto a los efectos del frío?
En muchos casos, se tiene la tendencia a pensar que hay determinados trabajos en los que los efectos del frío son inevitables, y que cualquiera que desarrolle su actividad profesional en estos trabajos debe asumir que le va a tocar sufrir alguno de los efectos que veíamos anteriormente. Los trabajadores que más frecuentemente están expuestos a los riesgos derivados de la exposición al frío son:
- Trabajadores de la construcción y obras públicas
- Agentes de policía, militares, bomberos y otros cuerpos de emergencia
- Transportistas
- Pescadores
- Trabajadores que entran y salen de cámaras frigoríficas
Sin embargo, y después de 25 años desde la promulgación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, hemos visto que podemos minimizar, o en algunos casos, hacer desaparecer los efectos perjudiciales sobre la salud de algunos riesgos asociados al lugar de trabajo. Por ello, una buena selección de un conjunto de prendas que ayude a proteger al trabajador de los efectos del frío redundará no sólo en una mejora general de su salud, sino que, como decíamos al principio de esta entrada, permitiría minimizar la aparición de resfriados, que, en algunos casos podrían suponer el guardar periodos de cuarentena preventiva para evitar la propagación de la COVID-19.
¿Qué factores debo tener en cuenta a la hora de evaluar el riesgo por exposición al frío?
Los factores que influyen a la hora de evaluar el riesgo por exposición al frío se agrupan en tres bloques: factores climáticos, factores individuales y características del puesto. Estos factores se desarrollan brevemente en la Tabla 1.
Factores climáticos | Factores individuales | Características del puesto |
Temperatura ambiente. T < 5ºC puede suponer un riesgo |
Medicamentos. Existen medicamentos que pueden alterar la regulación térmica. Por ejemplo: barbitúricos, benzodiacepinas y los hipoglicemiantes. |
Producción de calor corporal. Éste compensa parcialmente la pérdida de calor. Cuanto mayor sea el nivel de calor corporal producido, menores serán las necesidades de aislamiento térmico exigibles. |
Velocidad del aire. El viento provoca enfriamiento de la piel. |
Antecedentes médicos. Algunas endocrinopatías, como hipotiroidismo, hipopituitarismo o insuficiencia suprarrenal, pueden favorecer la hipotermia. |
Exposición a temperaturas cambiantes. Como, por ejemplo, los trabajadores que trabajan en instalaciones frigoríficas |
Humedad relativa. El agua retira el calor del cuerpo 25 veces más rápido que el aire seco |
Tabla 1 Factores de evaluación en protección contra el frío
Selección de EPI contra el frío
Cuando el resto de medidas preventivas destinadas a la protección contra el frío, no sean suficientes para eliminar el riesgo, deberá contemplarse el uso de Equipos de Protección Individual (EPI) de protección contra el frío. Cuando existe un riesgo de exposición contra el frío que no puede reducirse satisfactoriamente, este riesgo, como cualquier otro, debe cubrirse con un EPI (y no, no vale con un simple abrigo, por bueno que pueda ser). Un EPI es el equipo que ha sido sometido a una serie de pruebas y ensayos detallados en la correspondiente norma para determinar los niveles de prestación que ofrecerán al usuario.
Por lo tanto, a la hora de ofrecer protección a los trabajadores frente a un riesgo presente en su medio de trabajo, debemos seleccionar prendas que nos proporcionen datos que nos permitan calcular si el nivel de protección ofrecido por el EPI está por encima o por debajo del tipo de protección que requerimos en cada caso.
El tipo y cantidad de ropa de protección debe proporcionar un nivel de protección adecuado para evitar caer en la sub-protección, en la que el trabajador quedaría expuesto al frío; y en la sobre-protección, donde se corre el riesgo de una transpiración excesiva, humedeciendo la ropa más próxima al cuerpo.
El aislamiento requerido para la ropa lo proporciona el valor “IREQ”, que toma en consideración parámetros como la temperatura de la piel, la tasa metabólica, el flujo de calor por evaporación en la piel, entre otros. En la actualidad existen distintas soluciones de software que nos permiten calcular estos parámetros, como “EVALEFRÍO”, que puede descargarse gratuitamente de la página web del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST). Para la selección de la ropa de selección, el IREQ se compara con la protección (aislamiento térmico) que proporciona la vestimenta del trabajador. Si el aislamiento es inferior al valor prescrito, la protección prestada por la ropa de protección es insuficiente. Del mismo modo, si es superior, estaremos en una zona de sobre-protección.
El valor del aislamiento más común indicado para un conjunto de ropa es su valor de aislamiento térmico básico o intrínseco, Icl. Para comparar este valor con el IREQ deben corregirse varios factores. El valor corregido, Icl,r, depende de las condiciones de uso. Por ello, debe ser determinado a partir de la información disponible para la vestimenta real (aislamiento térmico básico y permeabilidad del aire), el viento y el nivel de actividad.
Los valores de aislamiento con los que deberemos comparar el IREQ obtenidos, deben buscarse en los niveles de prestación asociados a las prendas de protección contra el frío debidamente certificadas.
¿Qué tipo de prendas hay para la protección contra el frío?
Las normas que definen los requisitos a cumplir por las prendas de protección contra el frío, y las cuales nos permitirán calcular los niveles de protección que nos ofrecerá el EPI a seleccionar, son dos: EN 140858:2017 y EN 342:2017. En la siguiente Tabla 2 se muestra una comparación entre las prestaciones de ambos tipos de prendas.
Norma |
EN 14058:2017 |
EN 342:2017 |
Protección destinada a: |
Temperaturas de entre 10 y -5ºC |
Temperaturas de entre -5 y -50ºC |
Resistencia térmica Rct , m2K/W |
Clase 1 0,06≤Rct<0,12 |
Si Ret > 55 Rct ≥ 0,15 |
Clase 2 0,12≤Rct<0,18 |
||
Clase 3 0,18≤Rct<0,25 |
||
Clase 4 0,25≤Rct |
||
Aislamiento térmico efectivo resultante Icler , m2K/W |
Si Rct ≥ 0,25 0,265>Icler ≥0,174 |
Icler ≤ 0,265 |
Permeabilidad al aire AP, mm/s |
Clase 1 100 >AP |
Clase 1 100 >AP |
Clase 2 5 |
Clase 2 5 |
|
Clase 3 AP≤5 |
Clase 3 AP≤5 |
|
Resistencia a la penetración al agua (opcional) WP, Pa |
8000 ≤ WP |
8000 ≤ WP |
Resistencia al vapor de agua Ret , m2K/W |
Ret ≤ 55 |
Ret ≤ 55 |
Tabla 2 Niveles de prestación para ropa de protección contra el frío
A la hora de seleccionar las prendas de protección, hay que tener en cuenta que la utilización de un conjunto de prendas suele ofrecer ventajas frente a la utilización de una sola prenda. Las distintas prendas de protección, dispuestas en capas de protección proporcionan mejor protección que una única prenda debido al aire que hay entre las capas.
Por otro lado, el uso de varias prendas da la opción de adaptarse a las condiciones de temperatura cambiantes al poder abrir o quitar alguna capa para evitar una sobreprotección que pudiese dar lugar a la sudoración. La prenda interna, además de aislamiento, debería permitir retirar la humedad, manteniendo la piel del usuario seca. Además, las sucesivas prendas que se coloquen encima deberían permitir abrirse o retirarse para evitar la sudoración. Las chaquetas externas deberían tener elementos de cierre y abertura en cintura, cuello y puños para ayudar en el control de la cantidad de calor retenido.
No te olvides del resto del cuerpo
La protección de las manos contra el frío se consigue a través de guantes de protección, cuya norma armonizada de referencia es la EN 511:2006, norma destinada a guantes de protección contra el frío por conducción y convección hasta los -50°C. Define requisitos para el frío por convección (aislamiento térmico) y frío por contacto (resistencia térmica a bajas temperaturas). Además, el guante debe ser evaluado para determinar su resistencia a la penetración del agua.
Cuando se trabaja en el exterior en condiciones climatológicas frías (no extremas) o en la industria alimentaria, puede seleccionarse calzado de seguridad, protección o trabajo (EN ISO 20345:2012, EN ISO 20346:2014 y EN ISO 20347:2013 respectivamente), que incorporen la propiedad adicional de aislamiento frente al frío del piso, marcada con el código CI.
A modo de conclusión, la correcta selección de conjuntos de prendas y otros EPI destinados a la protección de los trabajadores contra el frío redundará no sólo en las condiciones de salud y seguridad de los trabajadores, lo cual debería ser un motivo suficientemente poderoso para cuidar la selección de estos EPI, sino que redundará en una mayor disponibilidad de efectivos de las empresas.
No debemos olvidar que cuando existe un riesgo por exposición al frío, debe recurrirse exclusivamente al uso de los EPI que cumplan los requisitos del Reglamento (UE) 2016/425, lo cual incluye la obligatoriedad de que las prendas y otros EPI incorporen el marcado CE.